Frías no es solo uno de los pueblos más bonitos de Burgos, es un auténtico viaje al pasado. Colgada sobre una colina y coronada por su castillo, esta ciudad —la más pequeña de España — mezcla historia, paisajes y una arquitectura super chula. Si te preguntas qué ver en Frías en un día, quédate con nosotros porque en este artículo te contamos todo en detalle. Y ya sabes, si hay un plan que no falla… ¡es un buen PlanD viaje por Castilla y León!

Frías, Provincia de Burgos.
- 1. 🗺️ Dónde está Frías y como llegar
- 2. 📖 Historia de Frías
- 3. 👀 Qué ver en Frías
- 4. 🏨 Dónde dormir cerca de Frías
- 5. 🤔 Qué visitar cerca de Frías
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- 5.1. 🏞 Tobera
- 5.2. 🏰 Oña
- 5.3. 🌉 Puentedey
- 5.4. 🌳 Ojo Guareña
- 5.5. Organiza tu viaje a Frías
🗺️ Dónde está Frías y como llegar
Frías se encuentra al norte de la provincia de Burgos, en plena comarca de Las Merindades, una zona llena de montañas, ríos y castillos por todas partes. Como ya sabrás ésta comarca es una de nuestras zonas favoritas de la provincia y es que se encuentra a solo 80 km de la ciudad de Burgos, y muy cerca de las fronteras con Álava y La Rioja. Su ubicación la convierte en parada obligatoria si viajas desde Burgos, Bilbao o Vitoria.
Cómo llegar a Frías
🚗 En coche
La opción más cómoda para llegar a Frías es el coche. Desde Burgos, se tarda poco más de una hora por la N-232 y la BU-504. Al llegar, verás un aparcamiento grandecito a la entrada del pueblo, perfecto para dejar el coche y recorrer Frías a pie. Te lo recomendamos: la ciudad es pequeña y merece la pena.
🚌 En autobús
No hay líneas directas desde todas las ciudades, pero puedes llegar en autobús hasta Medina de Pomar o Briviesca, y desde allí continuar en taxi o vtc. No es tu mejor opción…
🧭 Si vienes desde otras rutas…
Si estás visitando Las Merindades o haciendo una ruta por el Alto Ebro, apunta Frías como parada obligada. No solo por lo que hay que ver, sino por la sensación que transmite al visitarla.
🏘️
Desde Espinosa hasta Frías, pasando por Medina de Pomar. Si quieres ver lo mejor de Las Merindades en un solo día, reserva este tour y déjate sorprender.
📖 Historia de Frías
Los orígenes de Frías se remontan a la época romana, aunque fue en la Edad Media cuando empezó a tener importancia. Su más que impactante ubicación sobre un promontorio sobre el río Ebro, y su cercanía al Camino de Santiago, la convirtieron en un sitio clave para el comercio, el control del territorio y el paso de peregrinos. En 1435, el rey Juan II de Castilla le concedió el título de “ciudad” como reconocimiento a su importancia en aquel tiempo. ¿Lo raro? Apenas tenía —y sigue teniendo— unos cientos de habitantes. Desde entonces, Frías mantiene con orgullo su título de ciudad más pequeña de España.
El nombre proviene del latín Frigidus, en referencia a las frías aguas del río Molinar, que cruza el pueblo. Y no es solo un guiño etimológico: en cuanto pongas un pie en sus calles sombreadas o cruces su antiguo puente medieval, sentirás ese frescor en el aire, incluso en pleno verano. Ideal si quieres escapar del calor… Cada 24 de junio, Frías se transforma. Sus calles se llenan de color, tambores y orgullo con la celebración de la Fiesta del Capitán. Una tradición que recuerda el evento del siglo XV, cuando los vecinos, cansados de los abusos feudales, eligieron a un capitán para defender sus derechos frente al poder.
👀 Qué ver en Frías
Frías es una de esas ciudades (¡sí, ciudad!) que se disfrutan recorriéndola con toda la calma, dejándose sorprender en cada momento. Aunque sea pequeña en tamaño, para nosotros lo tiene todo. Este lugar te atrapa. Aquí te contamos qué ver y qué hacer en Frías:
📍 Castillo de Frías
El Castillo de los Duques de Frías es el alma de esta ciudad en miniatura. Se encuentra sobre un risco de piedra caliza que a parte de ser precioso, domina todo el territorio de los alrededores. Da igual desde dónde lo mires: si estás en Frías, te vigilará desde las alturas. La fortaleza se construyó en el siglo XII, pero se alza sobre restos aún más antiguos, posiblemente romanos. Con los siglos, fue creciendo bajo el poder de los Velasco, los todopoderosos Duques de Frías, hasta convertirse en una auténtica joya del gótico militar castellano.

La torre del homenaje es su punto más alto, y desde allí las vistas son una locura: todo el valle del Ebro, el puente medieval y las casas colgadas del casco antiguo quedan a tus pies. Desde esta torre se vigilaban antiguamente las rutas de comercio y se protegía la frontera norte del reino de Castilla. Hoy, tú puedes subir y ver ese mismo horizonte, siglos después. Eso sí, si no te pasa como a nosotros que te cierra en la cara…
Pero el atardecer desde fuera, con el castillo dorado por el sol, nos regaló una de las mejores fotos de Frías. Asique nuestro consejo PlanD: comprueba el horario antes de ir y visita el castillo con calma. Asómate a sus murallas, sube hasta lo más alto… Merece totalmente la pena. Porque Frías será pequeña, pero su castillo es de los grandes.
📍 Casas Colgadas de Frías
Pasear por el casco histórico de Frías es lo mejor que puedes hacer en un viaje por Burgos. Cruzas el puente y, de repente, estás rodeado de callejuelas, fachadas de piedra y madera, balcones llenos de flores y ese silencio rural que solo se rompe con el crujido de tus propios pasos y algún turista escandaloso… Y entonces, al girar una esquina, las ves: las casas colgadas de Frías.
Construidas al borde mismo del acantilado, estas casas no sabemos cómo se mantienen ahí. Llevan construidas siglos, desafiando el las leyes de la gravedad y el paso del tiempo, sostenidas por la roca y por una arquitectura que sabía muy bien cómo aprovechar cada metro del terreno. Las más icónicas están en la calle del Mercado, una de las principales del pueblo. Algunas se apoyan directamente en la piedra, otras sobresalen de forma tan curiosa que desde abajo te preguntas cómo. Pero lo hacen. Y ahí están, esperando a que vayas a visitarlas de una vez, y haciendo competencia a Cuenca.

Todo el centro histórico de Frías mantiene el equilibrio perfecto entre lo bonito y lo auténtico. Caminar por estas calles es ir descubriendo portadas góticas, escudos de piedra, pequeñas hornacinas y puertas de madera que encajan a la perfección. Y si aún no te has dado cuenta, nosotros estamos enamorados de este lugar.
Y como si el pueblo tuviera poderes, en nuestro viaje ocurrió lo inesperado: tras horas de lluvia y cielo gris, justo al llegar a Frías el sol decidió salir. No sabemos si fue casualidad o si Frías simplemente tiene ese don de hacer que todo encaje. Que todo sea especial. Si te preguntas qué ver en Frías, este paseo por su centro histórico es imprescindible. Y si te gusta la fotografía, prepara la cámara: aquí todo parece hecho aposta.
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Ubicado a solo 5 km del centro de Burgos, este hotel es perfecto si buscas tranquilidad y comodidad sin alejarte de todo lo que hay que ver. Habitaciones amplias, aparcamiento gratuito y buena conexión para moverte por la zona sin complicaciones. Reserva tu alojamiento desde este enlace al Hotel Rey Arturo y asegurarte un sitio bien ubicado y a buen precio.
📍 Puente Romano de Frías
Si hay otra foto que haga justicia a Frías, es su puente medieval sobre el río Ebro. Con más de 100 metros de longitud y una torre fortificada en el centro, este coloso de piedra te da la bienvenida a la ciudad. De origen románico y reformado en la Edad Media, el puente fue clave en la defensa de la ciudad. Antiguamente, servía para controlar el paso de mercancías, viajeros… y enemigos. Hoy, lo único que controla es tu atención.

La torre central, no solo hace destacar al puente, también le da un carácter monumental. Es uno de los pocos ejemplos que se conservan en España de un puente con torre defensiva, y le da al conjunto un aire casi cinematográfico. ¿Un consejo? Si puedes, ve al amanecer o al atardecer. A primera hora, la bruma sobre el agua convierte la escena en un cuadro de leyenda. Por la tarde, el sol añade tonos cálidos que te dejarán con la boca abierta. No es solo uno de los puentes más bonitos de Castilla: es historia.
📍 Iglesia de San Vicente Martir
Las iglesias de Frías no están ahí solo para decorar el skyline del pueblo, que también. Son monumentos con bastante importancia. Y si quieres conocer bien esta pequeña ciudad burgalesa, no puedes pasar por alto dos de sus templos más importantes: la Iglesia de San Vicente Mártir y la Iglesia de San Vítores.
La primera es una de esas historias que sorprenden. Aunque lo que hoy vemos es una reconstrucción —el edificio original sufrió un derrumbe parcial en el siglo XX—, su historia viajó muy lejos. Literalmente. La portada románica original de San Vicente fue desmontada piedra a piedra y trasladada hasta Nueva York, donde ahora se exhibe como una joya medieval en The Cloisters, una sede del Metropolitan Museum dedicada al arte europeo. Sí, una parte de Frías Burgos vive ahora en Manhattan, entre vitrinas y turistas boquiabiertos.

La iglesia actual, eso sí, sigue siendo impresionante. Está ubicada junto al castillo, en una posición elevada que le da protagonismo desde cualquier ángulo. Aunque no sea la original, conserva la esencia del templo que fue: austero, noble y con una historia que salta de Castilla a América en un abrir y cerrar de ojos. Aunque es una pena que se lo llevasen…. y tú ¿que opinas?
📍 Iglesia de San Vítores
A solo unos pasos, la Iglesia de San Vítores tiene un aire más sobrio. Su estilo gótico castellano, sin grandes ornamentos exteriores, puede pasar desapercibido. Pero su interior guarda un recogimiento especial. Es de esos lugares que no impactan por fuera, pero ganan fuerza en el silencio. En sus muros se siente la historia local, la fe de generaciones enteras y esa sensación de templo de pueblo que sigue vivo, aunque ya no se llene todos los días.
Ambas iglesias, diferentes pero complementarias, son dos paradas obligadas si te preguntas qué ver en Frías. Porque no todo es castillo o casas colgadas. Aquí también se visitan antiguos templos.

📍 Rincones secretos de Frías
Frías no solo se descubre en su castillo o en su puente medieval. También se saborea en esos rincones menos conocidos que cuentan la historia desde lo cotidiano, desde lo íntimo. Lugares que no siempre salen en las guías, pero que realmente son el alma de uno de los pueblos más bonitos de Burgos.
Uno de ellos es el Palacio de los Salazar, una casa señorial que impone sin necesidad de alardes. Está en pleno casco histórico, y aunque no se puede visitar por dentro, su fachada habla claro: aquí hubo poder, linaje y mucha historia. Este edificio es testigo de los años en los que Frías era mucho más que una ciudad bonita de España: era un lugar clave en la red política y defensiva del reino de Castilla.
Un poco más apartado, rodeado de vegetación y silencio, espera el Convento de Vadillo. En ruinas, sí, pero lleno de belleza. Ideal para los que disfrutan de la fotografía o de esos momentos de pausa en mitad del viaje.
Si te gusta descubrir lo cotidiano con otros ojos, no te pierdas el lavadero medieval de Frías. Restaurado con mimo, se conserva como testimonio de la vida diaria del pueblo. Aquí se lavaba la ropa, se compartían noticias y se tejía comunidad. Hoy es un rincón tranquilo y muy fotogénico, perfecto para hacer una parada entre monumento y monumento.
Y si tienes espíritu curioso, adéntrate en las calles de la antigua judería de Frías. No quedan grandes restos visibles, pero el trazado estrecho, el ambiente y algunos nombres de calle recuerdan la presencia sefardí que convivió aquí durante siglos.
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🏨 Dónde dormir cerca de Frías
Después de un día recorriendo castillos, casas colgadas y miradores, toca descansar como se merece. Aunque Frías no tiene demasiadas opciones dentro del casco histórico, en los alrededores hay alojamientos con encanto donde reponer fuerzas sin renunciar al ambiente rural. Nos decantamos por el Hotel Rey Arturo. A solo 30 minutos en coche, este hotel es una apuesta segura si buscas comodidad, buen precio y un trato cercano. Las habitaciones son amplias, el entorno tranquilo y el restaurante propio es perfecto para cenar sin complicaciones después de una jornada intensa de turismo.
Además, su ubicación lo convierte en un punto estratégico para seguir explorando la zona: desde aquí puedes acercarte fácilmente a pueblos como Oña, Poza de la Sal o incluso a Burgos capital. Tiene parking gratuito y todo lo que necesitas para que tu escapada por Las Merindades siga siendo redonda, también de noche. Puedes consultar sus habitaciones aquí.
🤔 Qué visitar cerca de Frías
Si Frías ya te ha dejado con la boca abierta, espera a descubrir lo que hay en sus alrededores. Esta zona del norte de Burgos, en plena comarca de Las Merindades (nuestra fav), es un paraíso para los amantes de la naturaleza, la historia y los pueblos bonitos. Aquí van algunas escapadas que puedes combinar fácilmente en un mismo día:
🏞 Tobera
A solo 2 kilómetros de Frías, Tobera es una de esas escapadas que se hacen andando… y se disfrutan de verdad. La ruta es sencilla, perfecta para cualquier viajero, y en menos de media hora llegas a un paraje increíble. La cascada de Tobera es su gran protagonista. El agua cae en varios escalones rodeada de pasarelas, musgo y vegetación super verde. En días lluviosos ruge, en verano refresca, y en cualquier estación enamora. Es uno de esos sitios que parecen demasiado bonitos para ser reales.

Pero Tobera no es solo agua. Justo al lado de la cascada te espera la ermita de Santa María de la Hoz, encajada entre roca y árboles, y el puente medieval, de un solo arco. Ambos forman parte de ese encanto escondido que convierte a Tobera en una parada imprescindible si visitas Frías o haces ruta por los pueblos más bonitos de Burgos. Ideal para desconectar, para hacer fotos o simplemente para sentarte un rato a escuchar el agua. Y lo mejor de todo: está tan cerca que no hay excusa para no ir.
🏰 Oña
A menos de 30 minutos de Frías, Oña es otro de esos lugares que mezclan a la perfección historia y naturaleza. Su gran joya es el Monasterio de San Salvador, un imponente edificio fundado en el siglo XI que alberga los sepulcros de reyes y nobles castellanos. Solo con cruzar su portada ya se intuye la grandeza que encierra. El claustro, los frescos, la arquitectura… todo habla de un pasado poderoso y silencioso que aún impone respeto.

Pero lo mejor de Oña es que no se queda solo en lo monumental. El pueblo está rodeado por el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil, un espacio natural con rutas de senderismo, miradores y bosques donde puedes ver aves rapaces, ciervos y paisajes que parecen de otro país. Es el plan perfecto si te gusta combinar cultura y montaña en un mismo día.
🌉 Puentedey
A poco más de 40 kilómetros de Frías, Puentedey es uno de esos lugares que parece sacado de una peli de fantasía. Y no exageramos: este pequeño pueblo de Las Merindades está construido literalmente sobre un puente natural de roca caliza, esculpido durante siglos por la fuerza del río Nela.

Desde abajo, la imagen es alucinante: casas tradicionales alineadas sobre un arco de piedra gigante, con el agua fluyendo justo debajo. Un auténtico regalo de la geología que, además de fotogénico, tiene una energía muy especial. Aquí el paisaje y la arquitectura conviven como si el tiempo lo hubiese planeado así desde siempre. Además del puente natural, merece la pena visitar la Iglesia de San Pelayo, pasear por sus calles tranquilas y pararte a contemplar cada rincón como si fuera una postal. Porque lo es.
🌳 Ojo Guareña
A menos de una hora de Frías te espera Ojo Guareña, uno de los complejos kársticos más impresionantes de Europa. Con más de 100 km de galerías subterráneas, esta cueva gigante es una auténtica maravilla geológica… pero también histórica y espiritual. ¿El plato fuerte? La Ermita de San Bernabé, excavada directamente en la roca. Su interior guarda frescos populares que te dejan sin aliento, y el conjunto tiene un ambiente tan especial que parece sacado de otro mundo.

Aquí se mezclan arqueología, arte rupestre, leyendas y naturaleza en estado puro. Si te gusta explorar lugares diferentes y sentir que estás descubriendo secretos de la tierra, esta parada es para ti. Ideal para añadir a tu ruta por los pueblos más bonitos de Burgos y empaparte de esa Castilla que sorprende sin hacer ruido.
Y si después de recorrer Frías te has quedado con ganas de más, prepárate, porque Burgos no se acaba aquí. Desde pueblos de cuento como Puentedey y Espinosa hasta lugares únicos como la Cueva Ermita de San Bernabé y Ojo Guareña, esta provincia está repleta de joyas por descubrir. Así que ya sabes: si estás buscando el próximo destino que te haga decir “¡guau!”, nosotros tenemos el PlanD perfecto para ti. 🌍✨