¿Te imaginas un plan que combine historia, naturaleza, vistas super chulas y un cochinillo crujiente para rematar el día? Pues apunta: esto es Sepúlveda, uno de esos pueblos con alma segoviana. A solo hora y media de Madrid, es el destino ideal para un Plan(D)ía redondo o una escapada que puedes combinar con Pedraza y las Hoces del Duratón. En esta guía te contamos qué ver en Sepúlveda en un día, cuáles son sus rincones con más encanto, dónde comer bien (muy bien) y cómo exprimir esta joya segoviana sin prisas, pero sin perderte nada. ¿Preparado para ese PlanD que mezcla piedra, miradores y horno de leña? ¡Vamos allá, que esto empieza fuerte!

Sepúlveda, Segovia.
🗺️ Cómo llegar a Sepúlveda
Una de las grandes ventajas de visitar Sepúlveda es que llegar es tan fácil como tentador. Ya sea que te lances en coche o te apuntes al plan en bus, en poco más de una hora desde Madrid puedes estar paseando por sus calles, respirando aire puro y disfrutando de uno de los pueblos más bonitos de Segovia. Una escapada rápida y con recompensa asegurada.
🚗 En coche (la opción más cómoda)
Desde Madrid: 1h 30 min aprox. por la A-1 dirección Burgos. Sal en el desvío hacia la N-110 (Segovia-Riaza) y sigue indicaciones hacia Sepúlveda. Carretera en buen estado, con paisajes chulos especialmente al final del recorrido.
Desde Segovia capital: 1h aprox. por la CL-603 o la SG-232.
Desde Burgos: 2h 10 min aprox. también por la A-1.
📍 Consejo: hay varias zonas de aparcamiento gratuito en la entrada del pueblo. Aparca allí y haz el recorrido a pie, que Sepúlveda se disfruta callejeando.

🚌 En transporte público
Desde Madrid (bus): Alsa cubre la ruta desde el Intercambiador de Moncloa. La línea Madrid–Sepúlveda pasa por varios pueblos y tarda entre 2h y 2h 30 min. Consulta horarios porque no hay muchas frecuencias diarias.
Desde Segovia: no hay conexión directa. Lo más práctico en este caso es alquilar coche.
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Remonta el río, deslízate entre cañones y vive la naturaleza desde otra perspectiva. Nosotros lo hicimos y fue espectacular. Si te apetece, reserva tus kayaks aquí y lánzate a la aventura.
👀 Qué ver en Sepúlveda
📍 Plaza Mayor y el casco histórico
Empezar tu visita por la Plaza Mayor de Sepúlveda es como abrir un libro de historia… pero en 3D. Todo aquí es único: los soportales de piedra, los balcones de madera y las casas que han visto pasar siglos. Es el epicentro del pueblo y el mejor punto de partida para tu ruta a pie. Presidiendo el conjunto está la Iglesia del Salvador, una de las joyas del románico en Segovia. Su torre destaca por encima del casco antiguo y es imposible no quedarse un rato mirándola (y fotografiándola, claro).

Desde la plaza parten varias callejuelas que te invitamos a recorrer. Están llenas de fachadas con escudos nobiliarios, esquinas llenas de encanto y una calma rural que se disfruta a cada paso. Sí, hay cuestas (y alguna fuerte), pero échale valor que merece la pena: vistas, y lugares instagrameables asegurados. Si lo tuyo es callejear, y dejarte sorprender, el casco histórico de Sepúlveda te va a encantar.
📍 Iglesias románicas de Sepúlveda
Sepúlveda es sinónimo de románico, y sus iglesias son auténticas cápsulas del tiempo. Paseando por el pueblo te vas a encontrar con varios templos que conservan ese aire sobrio y poderoso tan característico del siglo XI. Algunos están en lo alto, otros más escondidos… pero todos tienen ese “algo” que te atrapa.
📍 Iglesia del Salvador
Es la más conocida y visible desde muchos puntos del pueblo. Se construyó en el año 1093 y es una de las iglesias románicas más antiguas de toda Castilla. Su torre preside la Plaza del Salvador, y aunque muchas veces está cerrada, solo verla por fuera ya impone. Suele abrir solo en eventos especiales o bajo cita previa. Consulta en la Oficina de Turismo (Cárcel de la Villa).

🌿 Iglesia de San Bartolomé
Un poco más alejada del centro, justo al lado del aparcamiento principal, está la Iglesia de San Bartolomé. Hoy funciona como Casa del Parque Natural de las Hoces del Duratón, así que es parada doble: arquitectura románica + punto de información sobre rutas y miradores. Horario: de viernes a domingo, de 10:00 a 15:00 (en verano hasta las 18:00)
🏞️ Iglesia de los Santos Justo y Pastor
Menos conocida pero con muchísimo encanto. Está algo escondida, subiendo por la calle Bajada de la Virgen. Su torre se asoma al paisaje y desde su entorno tienes una de las mejores vistas del pueblo y del cañón del Duratón.
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La Hospedería de los Templarios está justo en el centro de Sepúlveda, rodeada de historia y con vistas al cañón. Ideal si valoras la tranquilidad, el diseño cuidado y sentirte como en casa. Puedes reservar tu habitación aquí y disfrutar de una experiencia auténtica en el corazón del pueblo.
📍 Murallas, puertas y el Castillo
Caminar por Sepúlveda es relajante y a la vez es hacer un poco de cardio… El trazado medieval del pueblo sigue intacto en muchos sitios, y buena parte de ese carácter lo aportan sus antiguas murallas y puertas fortificadas. Una de las más representativas es la Puerta del Azogue, uno de los accesos originales al recinto amurallado. Está situada bajando desde la Plaza Mayor por la calle Conde de Sepúlveda, y es uno de esos lugares que inevitablemente vas a atravesar si recorres el pueblo caminando.

Más arriba otro de los monumentos chulos. Aunque lo que fue el Castillo de Fernán González apenas conserva su estructura, el lugar merece la subidita. Desde allí tendrás unas de las mejores vistas de Sepúlveda, las casas escalonadas sobre la piedra y el cañón del Duratón al horizonte.
📍Museo de los Fueros y Cárcel de la Villa
Sepúlveda no es solo fachadas bonitas y miradores. Si te apetece entender un poco más a fondo por qué este pueblo tuvo tanta importancia en la Edad Media, hay dos paradas muy bien montadas que completan la visita: la Cárcel de la Villa y el Museo de los Fueros.
La cárcel está justo en el centro, y aunque hoy hace de oficina de turismo, conserva su interior original. Antiguas celdas, objetos cotidianos, documentos… Es una visita rápida pero muy curiosa. Te haces una buena idea de cómo se vivía (y cómo se castigaba) aquí hace siglos. Y además, desde dentro también puedes recoger mapas, preguntar rutas o resolver cualquier duda sobre el pueblo.

A pocos metros está el Museo de los Fueros, que pone en valor el papel clave que tuvo Sepúlveda en la Edad Media. Resulta que el pueblo contaba con un fuero especial que le daba cierta autonomía frente a la Corona, y eso le permitió tener peso político en la región durante mucho tiempo. Puede sonar denso, pero está muy bien explicado y presentado. Incluso si no eres muy de museos, es entretenido y fácil de seguir.
Ambos sitios están muy cerca uno del otro, no ocupan más de 30 o 40 minutos y te aportan un contexto muy interesante para ver el pueblo con otros ojos. Vale la pena incluirlos en cualquier escapada a Sepúlveda, sobre todo si es tu primera vez.
📍 Miradores de Sepúlveda
Sepúlveda no solo se recorre a pie, también se contempla desde las alturas. Y es que una de las cosas por las que más se conoce este pueblo son sus miradores. El más famosete es el Mirador de Zuloaga, y a ver… es normal. Desde allí tienes una vista completa del pueblo, y al fondo, el cañón del río Duratón.

Algo menos lleno de gente, pero igual de espectacular es el Mirador de la Peña, al otro lado del pueblo. Más tranquilo, más salvaje y con un ángulo diferente que te permite ver las hoces en toda su dimensión. Si te coincide al atardecer, es pura fantasía.
📍 Hoces del Duratón
Si vas a Sepúlveda, hay una parada que deberías incluir sí o sí en la escapada: el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Está a apenas unos minutos en coche del centro del pueblo, y es uno de los paisajes naturales más chulos de toda Castilla y León. Cañones, buitres sobrevolando en círculo, senderos junto al río… es naturaleza en su versión más salvaje.

Nosotros no lo exploramos a fondo el día que visitamos Sepúlveda, pero volvimos hace poco para hacer kayak entre los cañones, y fue una experiencia muy muy guay. Te lo contamos todo con detalle en este post: 👉 Escapada a las Hoces del Duratón
Además del kayak, también puedes visitar la Ermita de San Frutos, uno de los puntos más conocidos del parque, o hacer alguna de las rutas de senderismo que hay señalizadas. Si te mola la combinación de aire libre, vistas locas y plan tranquilo, alarga el día y acércate. Este parque es un complemento perfecto para una escapada a Sepúlveda… o incluso una excusa para volver solo por conocerlo.
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¿Listo para una aventura acuática inolvidable? Lanzarte por las pozas y caídas del río Duratón es una de las experiencias más emocionantes de la zona. Imprescindible si buscas naturaleza y buen rollo entre amigos. Puedes reservar el barranquismo aquí y sentir la adrenalina del agua desde dentro.
🍽️ Dónde comer en Sepúlveda
Después de recorrer el pueblo, tocaba el premio gordo: sentarse a comer como se hace aquí, sin prisas y con sabor a horno de leña. Elegimos el Restaurante Villa de Sepúlveda. Pedimos cochinillo, lomo y un revuelto, y todo estaba brutal.Sepúlveda es tierra de horno de leña, y eso se nota. Aquí el cordero asado y el cochinillo no son solo platos, son instituciones. Pero también encontrarás embutidos artesanos, sopas castellanas y postres de los de toda la vida.

Además del restaurante donde fuimos, que recomendamos con los ojos cerrados, hay otros con muy buena pinta y buenas opiniones como Casa Paulino, Figón Zute el Mayor o El Fogón del Azogue. Todos con carta tradicional, horno y ese ambiente acogedor que esperas encontrar en un pueblo segoviano. Si vas en fin de semana, intenta reservar con algo de antelación. La oferta no es infinita y, como buen destino foodie, los buenos sitios se llenan rápido. Y créenos, aquí comer bien puede ser el mejor recuerdo del día.
🤔 Qué ver cerca de Sepúlveda
Si tienes coche y algo más de tiempo, la escapada a Sepúlveda se puede convertir fácilmente en un Plan D fin de semana. Los alrededores están llenos de pueblos preciosos que te recomendamos conocer. Aquí van algunas paradas que combinan a la perfección con una visita a Sepúlveda:
Pedraza
Pedraza es un clásico que nunca falla. Este pueblo amurallado con sus calles empedradas, faroles de hierro forjado, una plaza mayor que es sello de identidad.Tiene un castillo visitable con historia propia, donde incluso vivió un pinto… ¡Y tiene hasta piscina! Nosotros empezamos el día aquí y fue la antesala perfecta para Sepúlveda. Y si te da el hambre, aquí también saben de hornos de leña.

Ayllón
Uno de los grandes desconocidos… y uno de los más bonitos. Tiene todo lo que buscas en un pueblo con alma: puentes antiguos, calles adoquinadas, casonas con escudos y ambiente tranquilo. Muy fácil de recorrer, fotogénico a más no poder y perfecto si buscas una parada sin agobios.

Ermita de San Frutos
A solo 15 minutos de Sepúlveda, esta ermita está colgada sobre el cañón del Duratón. La vista desde allí es brutal. Puedes ir en coche hasta un punto y luego caminar unos 10-15 minutos. El sitio tiene una energía especial.

Riaza
Un poco más alejado, pero con mucho encanto. Plaza porticada, casas de colores, ambiente serrano… ideal para comer o tomar algo. Si te gusta combinar montaña y tradición, Riaza suma puntos.

💡 Consejos para tu visita a Sepúlveda
- ¿Dónde aparcar? A la entrada del pueblo hay varias zonas de aparcamiento gratuito. Desde ahí, todo se recorre andando.
- ¿Cuándo ir? Otoño y primavera son ideales. Menos calor, más color. Entre semana, tranquilidad absoluta.
- ¿Calzado? Cómodo, siempre. Calles de piedra + cuestas.
- ¿Tiempo mínimo recomendado? Si solo haces Sepúlveda, reserva al menos 4-5 horas. Si lo juntas con otra visita, planifica bien las comidas y traslados.
- ¿Llevo cámara? Sí. Y si tienes drone (y los permisos correspondientes), ya lo flipas.
Y hasta aquí nuestra ruta por Sepúlveda en un día, uno de esos pueblos que lo tiene todo para convertirse en tu próximo Plan D: historia, naturaleza y comida de la buena. Pero si te quedas con ganas de más escapadas de este estilo, aquí van algunas que nos encantaron: el encanto medieval de Frías, la lista completa de los pueblos más bonitos de Burgos, la magia de Medinaceli en Soria o el plan completo en Pedraza, que puedes combinar perfectamente con Sepúlveda.
Así que ya sabes: cuando te entren ganas de escaparte, respira hondo, abre mapa… y elige tu próximo Plan D. Nosotros te seguimos contando rutas, secretos y rincones únicos.