La Sierra de Gata es una de las joyas ocultas de Extremadura. Aquí puedes disfrutar de paisajes espectaculares, pequeños pueblos que apenas cuentan con una decena de habitantes e incluso de un dialecto propio, «La Fala«. En este itinerario te mostramos nuestra ruta de 3 días para ayudarte a que tu también puedas disfrutar de la Sierra de Gata como nosotros hemos hecho.
Esta zona aún conserva su encanto rural, lejos de las masificaciones que pueden sufrir otras áreas de Cáceres como puede ser el Valle del Jerte, o la propia Cáceres Capital. ¿Qué ventajas tiene? Muchas; tranquilidad, precios más bajos y una buena oferta de restaurantes y alojamientos.
En el fin de semana que estuvimos en la Sierra de Gata, nos mezclamos con sus habitantes, conquistamos el Castillo de Trevejo e incluso visitamos dos de los pueblos más bonitos de España. ¡No te pierdas nuestra guía de 3 días en la Sierra de Gata!
- 1. 🏞️ La Sierra de Gata qué ver
-
- 1.1. 📍 Día 1: Llegada a Trevejo y visita al pueblo
-
- 1.1.1. Trevejo
- 1.2. 📍 Día 2: Ruta de la Cascada de la Cervigona, Santibáñez el Alto, Torre de San Miguel, Hoyos y Villamiel
-
- 1.2.1. Acebo
- 1.2.2. 🚶♀️ Ruta de la Cascada de la Cervigona
- 1.2.3. Santibáñez el Alto
- 1.2.4. Torre de Don Miguel
- 1.2.5. Piscinas Naturales
- 1.2.6. Hoyos y Villamiel
- 1.2.7. Cena y Paseo Nocturno en Trevejo
- 1.3. 📍 Día 3: San Martín de Trevejo, Robledillo de Gata y vuelta a casa
-
- 1.3.1. San Martín de Trevejo
- 1.3.2. Robledillo de Gata
- 1.3.3.
- 2. 🛌 Dónde dormir en la Sierra de Gata
- 3. 👀 Qué ver cerca de la Sierra de Gata
🏞️ La Sierra de Gata qué ver
La Sierra de Gata, situada en el norte de la provincia de Cáceres, en Extremadura, es uno de los destinos más encantadores y menos conocidos de España que hemos podido recorrer. Es un verdadero oasis en medio del calor Extremo y Duro por el que es conocido esta región. Si eres amante de la naturaleza, la tranquilidad o la historia, este es tu destino ideal. Este lugar es perfecto para aquellos que buscan desconectar del bullicio de la ciudad y sumergirse en la serenidad del entorno rural.
¡Pero ojo!, eso no es todo. La Sierra de Gata cuenta con algunos de los pueblos más bonitos de España e incluso con un dialecto propio, la Fala, que junto con su una arquitectura y estilo de vida tradicional, mantienen vivo siglos de historia.
En estos días hemos recorrido miradores, rutas de senderismo y piscinas naturales; hay mucho que ver y hacer en la Sierra de Gata. Además, su gente acogedora y su deliciosa gastronomía hacen de este destino una experiencia auténtica, lejos de las masificaciones y el turismo convencional.
📍 Día 1: Llegada a Trevejo y visita al pueblo
Nuestro viaje comenzó saliendo por la tarde desde Madrid, llegando por la carretera panorámica, con vistas increíbles a la Sierra de Gata justo a tiempo para disfrutar de los impresionantes miradores de Trevejo al atardecer.
Este pequeño y encantador pueblo es uno de los más bonitos de la Sierra de Gata y de toda España. Los miradores te ofrecen vistas que son simplemente preciosas, especialmente cuando cae el sol. Tras una sesión de fotos en los dos miradores, nos dirigimos a Trevejo.
📝
Para los amantes de la naturaleza
– Ruta en 4×4 por la Sierra de Gata – Descubre sus secretos ocultos 🚙.
– ¿Amante de la naturaleza? ¡Prueba una ruta de avistamiento de aves! 🦅🔭
– Apartamentos A Fala – Los mejores apartamentos de la sierra para tu descanso 🛌🏼.
Vive la Sierra de Gata al máximo y disfruta de una escapada inolvidable.
Trevejo
Trevejo es un pequeño pueblo pero con un encanto único. Con sus casitas de piedra, su encantadora plaza, la Parroquia de San Juan y el Castillo de Trevejo, a quién le sorprende que haya sido nombrado entre lo pueblos más bonitos de España. Según llegamos nos instalamos en los Apartamentos A Fala, la que sería nuestra casa en estos 3 días de aventura por la Sierra de Gata. Tras dejar todos los trastos salimos a recorrer Trevejo.
Como buenos exploradores, nos pusimos a callejear, hasta llegar a la Parroquia de San Juan, un templo que data del siglo XVI y se encuentra en un estado de conservación excepcional. Una de las cosas que más nos llamó la atención es su torre-espadaña, que fue construida sobre una piedra independiente del edificio principal. A su lado, encontramos varias tumbas antropomórficas excavadas en la roca.
Justo detrás, se eleva imponente el Castillo de Trevejo, una fortaleza de origen árabe que custodia los valles de la Sierra de Gata desde las alturas. El castillo se encuentra peor conservado que la iglesia, pero la visita merece la pena. Es de titularidad privada y en su acceso hay un cartel que informa de que entrar a la propiedad es bajo el propio riesgo de cada uno.
En este punto se nos apareció el angelito, que nos decía que no pasáramos y que seamos cautelosos, y el diablillo colorao, que nos animó a adentrarnos. ¿Adivinas qué hicimos? Exactamente, entrar.
En este caso nosotros no vamos a ser quienes te digamos lo que tienes que hacer, pero creemos que merece la pena y mucho. Aún se pueden apreciar los grabados en una de las entradas, y a la vuelta, en la torre del homenaje se puede ver un blasón de piedra perfectamente conservado.
Desde aquí las vistas sobre el pueblo, y Villamiel son espectaculares y para nosotros es uno de los mejores miradores de Trevejo.
Para acabar la jornada, nos dirigimos al único bar de Trevejo, donde pudimos disfrutamos de una deliciosa hamburguesa y una tosta de queso de cabra con cebolla caramelizada de la cual no tenemos palabras, todo producto local de la Sierra de Gata.
📍 Día 2: Ruta de la Cascada de la Cervigona, Santibáñez el Alto, Torre de San Miguel, Hoyos y Villamiel
Acebo
El segundo día comenzó tempranito por la mañana, en busca de algún lugar que nos pusieran de desayunar. En camino hacia la Presa Prado de las Monjas, nos detuvimos en un pequeño pueblo llamado Acebo. Aunque el primer plan era sólo desayunar, el paseo que dimos hasta la cafetería nos llamó la atención, y después de dos buenas tostadas de pan de pueblo, con su aceite y jamoncito extremeño, fuimos a recorrerlo.
Acebo es un pueblo de unos 580 habitantes, y quizás por eso guarde ese encanto rural que tanto nos gusta. Caminando entre las casitas de piedra llegamos hasta la Plaza Mayor, presidida por la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, un templo gótico construido en el siglo XVIII. Tras callejear y dejarnos llevar, volvimos al coche para continuar con el plan original.
🚶♀️ Ruta de la Cascada de la Cervigona
Tras unos minutos en coche llegamos al parking de la Presa Prado de las Monjas, un aparcamiento con capacidad de unos 4-5 coches. Comenzamos la ruta que nos llevaría hasta la antigua «Fábrica de Luz» abandonada.
Esta ruta de dificultad media, nos llevó unos 40 minutos hasta la fábrica, y otros 40 de vuelta. La ruta ofrece unas vistas espectaculares del embalse y la fábrica abandonada, pero siendo sinceros pensábamos que íbamos a poder llegar más cerca de la cascada, pero no.
De vuelta en el punto de partida, viendo que teníamos aún mucho tiempo, decidimos comenzar la ruta que nos llevaría al mirador de la Cascada de la Cervigona, pero tras andar unos 30 minutos, por un camino mucho más complejo y todo cuesta arriba, se volvió prácticamente intransitable y tuvimos que volver… Desde luego que no fue nuestro día de suerte ajajajajja.
Otra vez de vuelta en el punto de partida, ya sí que nos rendimos, pero como dice nuestro eslogan, seguimos el » Plan D» y pusimos rumbo a visitar un pueblo que teníamos previsto para la tarde, Santibañez el Alto.
Santibáñez el Alto
En algún momento el día tenía que mejorar… no puede ser que todo saliera mal desde las 9.00 de la mañana. Llegados a Santibáñez el Alto, nos sorprendimos de la cantidad de cosas que este pequeño pueblo tenía para visitar.
Sabíamos que encontraríamos unas auténticas vistazas, pero lo que no esperábamos es que la gente del pueblo nos recibiera tan amablemente y que fuesen ellos mismos los que nos enseñasen algún monumento que otro.
Comenzamos subiendo a lo más alto del pueblo, entre un mar de macetas con flores y ese olor tan característico que desprenden. Obviamente Álvaro no pudo resistirse a hacerse un book de fotos e incluso una vecina hablando con otra por la ventana diciendo: «Mira los chicos como les han gustado las flores». Subimos a la alcazaba, que posteriormente se convertiría en la Fortaleza de Mascoras, con vistas sobre los valles que rodean el pueblo.
En un lateral se encuentra el lavadero público, lugar en el que nos refrescamos y bebimos agua, potable, para sentarnos en uno de los bancos y charlar con un par de vecinos del pueblo. Tras un pequeño descanso continuamos explorando el pueblo, la Plaza de Toros, la Iglesia de San Pedro, el rollo de justicia y la Ermita del Cristo de la Victoria, que un amable vecino se ofreció a abrir para que pudiéramos visitar su interior.
Callejeando volvimos al coche, no sin antes perdernos y pasar 3 veces por la misma calle…. al siguiente pueblo, Torre de San Miguel, que está muy cerquita y es ideal para visitarlo tras conocer Santibáñez el Alto.
Torre de Don Miguel
Torre de Don Miguel es otro de los pueblos que tienes que visitar en la Sierra de Gata, mucho más animado que los anteriores, tiene un montón de vida alrededor de su plaza. Visitamos su casco histórico, en el que nos quedamos alucinados con la cantidad de edificios centenarios, en los que sobre la puerta viene tallado el año de su construcción. Algunos se han ido perdiendo o deteriorando con el tiempo, pero el pueblo está en muy buen estado de conservación.
Una de las zonas con más encanto es el tramos desde el barrio judío, de calles retorcidas y laberínticas, pasando por la Plaza Cuatro Caminos hasta la Plaza Mayor. Este camino entre casas centenarios y mesones, te lleva a la Iglesia de la Asunción, del primer tercio del siglo XVI, y probablemente construida sobre una pequeña iglesia románica.
Se acercaba la hora de comer, asique volvimos hacia la Ermita del Cristo donde habíamos aparcado. Nos dirigimos a Villasbuenas de Gata al Restaurante Estilo, donde disfrutamos de un menú de fin de semana increíble. La ensalada de langostinos, el arroz con bogavante, el cochinillo y las carrilleras fueron algunos de los platos que degustamos, y todos estuvieron exquisitos.
Tanto el trato del personal, como lo bueno que estaba todo, merece la pena. Podemos decir que para nosotros es el mejor restaurante de toda la Sierra de Gata.
Piscinas Naturales
Por la tarde, como habíamos visitado dos de los pueblos que teníamos previstos, fuimos a disfrutar de varias piscinas naturales de la zona. Comenzamos con la piscina de Villasbuenas de Gata, que aunque son de menor tamaño, tienen una zona en la que admiten mascotas, punto muy a favor.
Desde aquí fuimos a las piscinas en las que más tiempo pasamos, las piscinas naturales de Perales del Puerto. Aquí encontramos sombra, mucho más césped y son mucho más grandes y amplias que las anteriores. Eso sí, si te piensas que pueda ser como la piscina de tu casa, vas a flipar con la temperatura del agua. No fue para tanto, aunque de primeras el agua está fresquita, una vez estás dentro, estás tan a gusto que no quieres salir.
Hoyos y Villamiel
Para acabar el día, fuimos a Hoyos, uno de los pueblos más grandes de la zona. En este pueblo no paramos mucho, pero nos dio tiempo a recorrer sus calles céntricas, la Plaza Mayor con el ayuntamiento y la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Barón. Desde Hoyos emprendimos la vuelta hacia Trevejo, en el que teníamos pensado recorrer su castillo e iglesia de noche.
Antes de llegar paramos en Villamiel, atraídos por su iglesia con la extraña terraza que vimos varias veces de paso por el pueblo. Nos acercamos a conocer la Parroquia de Santa María Magdalena, la Ermita de la Piedad y la Ermita de la Soledad. Tras volver al coche nos llamó la atención un estructura que encontramos a la salida del pueblo, situado sobre el cementerio. Desde arriba obtuvimos otra de las mejores vistas a Trevejo.
Cena y Paseo Nocturno en Trevejo
Regresamos a Trevejo para cenar y dar un paseo nocturno. La tranquilidad del pueblo y el cielo estrellado formaron una estampa mágica. Como es muy difícil explicarlo, te mostramos un par de fotos, y te dejamos que vengas a Trevejo para sentirlo.
📍 Día 3: San Martín de Trevejo, Robledillo de Gata y vuelta a casa
San Martín de Trevejo
El tercer día fue, sin duda, el mejor. San Martín de Trevejo es un pueblo que parece sacado de un cuento medieval, con sus canales de agua y sus coloridas flores adornando las calles. Nos enamoramos de su atmósfera, de su dialecto, la Fala, y de sus gentes. Como ya habrás podido ver en nuestro insta (puedes seguirnos aquí), San Martín de Trevejo está repleto de agua y flores.
Pudimos conocer su casco histórico, donde por cada una de las calles baja un canal central con agua entre las antiguas casas con vigas de madera vistas y lo que más nos gustó, maceteros y terrazas repletos de flores de colores muy bien cuidadas. Otra de las cosas que nos cautivaron fue escuchar a los vecinos hablar la Fala, el dialecto local que luchan por mantener y pasar de generación en generación.
Pudimos ver la Ermita del Nazareno, la iglesia de San Martín de Tours, del siglo XVI , la torre campanario que se encuentra en la Plaza Mayor porticada, con su fuentecita en medio y muchas casas palacio repartidas por el centro. Aprovechamos para comprar algunos productos locales como queso, pan y aceite en la Boiga Do Viñu . El dueño fue muy amable y nos dejó probar varios productos antes de decidirnos por nuestras compras.
Robledillo de Gata
Nuestra última parada fue en Robledillo de Gata, considerado uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Gata. Los soportales, el río que cruza el pueblo y sus encantadoras calles nos dejaron maravillados. Antes de nada, pásate por la oficina de turismo de la Plaza Mayor que te entregarán un mapa para que puedas conocer todos los rinconcitos mágicos de pueblo.
Podemos afirmar que Robledillo de Gata es el pueblo más bonito de la Sierra de Gata, simplemente lo tiene todo. La combinación de las calles laberínticas, con las balconadas de madera, el sendero que recorre el margen del río y sus miradores no tienen competencia, tuvimos la suerte de dejar lo mejor para el final.
Aparcamos junto a la Ermita del Humilladero, para adentrarnos en el pueblo.
Realizamos el sendero junto a las aguas claras y fresquitas al margen del río, pasando por el Museo del Aceite, hasta el mejor mirador de Robledillo de Gata, el mirador de «las balconadas típicas de Robledillo de Gata». Fotaza, y a seguir. Llegamos caminando hasta el punto más alto del pueblo, dónde se encuentran las piscinas naturales de Robledillo de Gata, una zona del río adaptada para refrescarse.
Desde aquí fuimos bajando hacia el centro, para poder disfrutar de las diferentes balconadas con sus flores, ver la plaza de Francisco Pizarro, el antiguo hospital y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVI. Ya sólo nos quedaban dos cosas, ver la parte alta de Robledillo de Gata, y comer. Así que pusimos rumbo a la Ermita del Manso Cordero y a su mirador, para otra de las mejores panorámicas del pueblo.
Para cerrar nuestro viaje con broche de oro, realizamos la segunda tarea, comer. Escogimos La Bodega del Marqués, que se ubica en un edificio centenario. La comida fue exquisita, el trato del personal excelente y el ambiente del lugar contribuyó a que esta fuera una experiencia culinaria inolvidable. Y es que si se come bien, a gusto, y encima a un precio más que lógico ¿Qué más se puede pedir?
Como todas las aventuras se acaban, tras otro día espectacular en la Sierra de Gata, tocó emprender el viaje de vuelta a casa, pensando en el próximo destino para seguir conociendo un pedacito más de mundo.
🛌 Dónde dormir en la Sierra de Gata
En nuestra escapadita de fin de semana nos alojamos en los Apartamentos a Fala, unos apartamentos perfectamente equipados para pasar unos días de 10. ¿Lo que más nos gustó? El toquecito rural de la casita, con sus paredes de piedra vista y los techos de madera, una fantasía.
Estuvimos muy cómodos ya que el apartamento cuenta con todo lo necesario para cocinar, incluye artículos de aseo y tiene mucha información para conocer sitios por la zona y realizar actividades. También cuenta con una bañera de hidromasaje, y chimenea para la temporada de invierno. No nos podemos imaginar un sitio más idílico para estar sentado frente al fuego de la chimenea, que en Trevejo.
👀 Qué ver cerca de la Sierra de Gata
Plasencia
En nuestra primera escapada a Extremadura, recorrimos Cáceres. De entre los sitios que pudimos conocer, Plasencia es uno de los que recordamos con más cariño. Se trata de una ciudad medieval, con un rico patrimonio cultural y multitud de museos muy completos. Para nosotros es un imprescindible de la región, y si vienes a visitar la Sierra de Gata, pasarás muy cerca de Plasencia.
Cáceres
Cáceres es la ciudad más visitada de Extremadura, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986, siendo una de las primeras ciudades de toda España en obtener este reconocimiento. Su casco histórico, las calles adoquinadas y su irregular entramado, forman una de las estampas medievales más bonitas del país. vas a flipar con sus grandes palacios fortificados, la muralla y, ni mucho menos importante, su rica gastronomía (como en toda Extremadura).
Parque nacional de Monfragüe
Entre los municipios de Plasencia, Trujillo y Cáceres, flanqueado por el río Tajo, se encuentra una de las maravillas de Extremadura. Recibe también el título de Reserva de la Biosfera y es junto a la Sierra de Gata, uno de los parajes naturales más completos de la región. Si eres un amante de los animales, de la flora o incluso de las pinturas rupestres, tienes que visitar el Parque Nacional de Monfragüe.
Trujillo
Trujillo es uno de los pueblos más bonitos y famosos de Cáceres. Probablemente ya lo conozcas o ya hayas estado, pero sino es el caso, ya estás tardando en ir. Cuna de importantes personajes como Francisco Pizarro y Francisco de Orellana, también ha sido escenario de series como Juego de Tronos. Con su rico patrimonio y oferta gastronómica, este pueblo cautiva a todos los que lo visitamos.
Comentarios:
2 comentarios en “Conociendo la Sierra de Gata, qué ver en un fin de semana”
Cuando la visité solo pude ver una parte de ella, pero estoy deseando volver para ver todos esos lugares que compartís. Gracias. Un abrazo
Es una zona maravillosa, ideal para escapar del calor de estos días. Gracias por tu comentario Nuria, un saludo!!