Hay lugares en España que parecen estar esperando a que los descubras. Así es la zona de Serradilla y Mirabel, en el norte de la provincia de Cáceres: un remanso de paz rodeado de naturaleza, historia, rutas de senderismo espectaculares y pueblos llenos de paz. Rincones que no aparecen en los rankings de escapadas populares, pero que, cuando los pisas, te hacen preguntarte: ¿cómo no había oído hablar de esto antes?
Si buscas una escapada rural para desconectar del ruido (y del wifi), hacer senderismo entre jaras y alcornoques, observar aves rapaces, visitar pueblos abandonados y respirar aire puro… sigue leyendo. Esta zona dentro de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe es todo lo que estás buscando (aunque todavía no lo sepas).

Serradilla, Cáceres, Extremadura
🌿 Un rincón desconocido dentro de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe
Este viaje no va del Parque Nacional de Monfragüe, del que por cierto, tenemos un artículo específico. Esta escapada va de explorar su cara menos conocida, de desconectar el móvil y conectar con la naturaleza. Perdona este momento hippie pero nos darás la razón cuando vengas aquí y descanses totalmente.
La zona de Serradilla y Mirabel pertenece a la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, un entorno protegido declarado por la UNESCO que combina la conservación de la naturaleza con la vida rural tradicional. Aquí sólo hay aire limpio, tranquilidad absoluta y una biodiversidad que te deja con la boca abierta.
Si eres de los que disfrutan caminando por el monte, viendo aves, fotografiando flores silvestres, descubriendo pinturas rupestres, o si simplemente buscas un rincón bonito, fotogénico y sin filtros, este rincón de Cáceres, Extremadura, te va a encantar.

🏡 Serradilla: casitas blancas y lengua propia
Callejuelas laberínticas, casitas blancas encaladas, detalles antiguos en cada rincón… Serradilla huele a autenticidad, a esa España rural que sobrevive gracias al apego de sus vecinos. Tan auténtica que incluso se habla distinto. Se habla el «serraillanu», un dialecto propio de origen asturleonés que forma parte del patrimonio inmaterial de la zona.

El habla serradillana es una mezcla de castellano con algo de portugués o gallego, incluso algo de andaluz y, por favor extremeños no nos matéis por esto, como nosotros diríamos «palabras de pueblo de la España profunda». ¿Makes sense?
Por ejemplo, un coscoti, algo así como un golpecito suave en la cabeza (una toba, una colleja, un coscorrón…). Chauchi, que es el punto exacto de algo, por ejemplo cuando estás cocinando o su sabor. O cerca de una panadería dirías m’agüeli a bollu.

Además de algunos sonidos (la h se pronuncia como una j, por ejemplo jigo en vez de higo, jacha en lugar de hacha) y palabras propias. Es un recordatorio de que los pueblos también se conservan a través de su voz. ¡Nos pareció lo más!
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Navega por las tranquilas aguas del río Tajo y descubre la Reserva de la Biosfera de Monfragüe desde una perspectiva única. Este paseo en barco de 1 hora y 30 minutos te permitirá admirar la biodiversidad y los paisajes impresionantes de este paraíso extremeño. ¡Una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza! 🌿✨
📅 Itinerario de fin de semana por Monfragüe, Cáceres
👉 DÍA 1: Mirabel. Castillos y alcornoques centenarios
Empezamos la tarde del viernes explorando Mirabel. Allí flipamos con la magnitud del tiempo y la naturaleza: los llamados árboles singulares. Son unos alcornoques gigantescos con más de 900 años de vida. ¿OSEA, HELLO? Es que no solo tienen un tamaño brutal, sino que literalmente ¡¡¡tienen 9 siglos de vida!!! Tremendo valor histórico y simbólico para Mirabel. Estar bajo ellos se siente muchísimas paz y, sí, da para fotos increíbles.
Después, subimos al Castillo de Mirabel, una fortaleza de origen árabe cuyas ruinas fueron reconstruidas en el siglo XV por los Señores de Mirabel para reforzar su poder tras la Reconquista. Concretamente, fueron los Zúñiga, unos nobles que recibieron el señorío de Mirabel a manos de los Reyes Católicos.

El castillo está ubicado sobre lo alto de un monte, por lo que desde lo más alto tendrás una vistas hacia el Tajo que son simplemente épicas. Y no sólo te servirá para flipar con las vistas (que por cierto, se ve bastante lejos, eso no lo podemos decir en Madrid…), si no para entender su alto valor estratégico y defensivo. Con el paso del tiempo y la pérdida de importancia militar de la zona, la fortaleza fue abandonada y cayó en ruinas, quedando como símbolo histórico de la época feudal extremeña.

Antes de terminar el día, conocimos un proyecto que nos flipó: Monfragüe Accesible. Esta iniciativa convierte la zona en un espacio inclusivo para personas con discapacidad visual, gracias a la app Blind Explorer, que ofrece senderos adaptados con navegación sensorial a través de sonidos 3D y GPS de alta precisión. Esto es sin duda un ejemplo top de turismo accesible que permite a todo el mundo conectar con la naturaleza. Naturaleza para ver, oír y sentir 💚.

👉 DÍA 2: Ruta a la Garganta del Fraile, Cancho del Lobu y Palazuelo Empalme
El sábado amanecimos con muchas ganas de andar, y el plan no decepcionó. Hicimos la Ruta de la Garganta del Fraile, considerada como Mejor sendero homologado de España en 2022. Y sí, después de recorrerlo, entendimos por qué. Esta ruta de senderismo parte desde Serradilla, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, y ofrece un paseo de unas 4 horas entre naturaleza.

Al inicio del sendero, caminamos entre muros de piedra que delimitan antiguas parcelas de olivos, y poco a poco el paisaje se fue transformando hasta estar rodeados de jaras, cantueso, pinos y alcornoques, un árbol del que aprendimos su valor en la economía local por el corcho.

El punto estrella de la ruta es, sin duda, la Chorrera de la Garganta del Fraile, una cascada de más de 10 metros de altura y, si te fijas bien, sobre ella se intuye en la roca la silueta de un fraile… de ahí el nombre. Es un lugar brutal para sentarse a descansar, sacar fotos aesthetic y observar cómo sobre las paredes rocosas planean buitres leonados. Es como estar dentro de un documental de La 2, pero en primera persona.

Por la tarde visitamos Palazuelo Empalme, un pueblo casi abandonado con ese toque misterioso que tanto gusta a algunos. Surgió a finales del siglo XIX gracias al boom del ferrocarril: aquí se cruzaban dos líneas súper importantes, una que iba de Madrid a Portugal y otra que recorría la famosa Vía de la Plata (es decir, de Sur a Norte de Mérida a Astorga). Este cruce convirtió la zona en un punto clave para el transporte, y así nació el barrio junto a la estación de Monfragüe.

Durante décadas fue un lugar lleno de vida, pero cuando cerraron parte de la línea en 1985, el tren dejó de ser tan necesario y la zona empezó a vaciarse. Ventanas, rotas, casas vacías, y la estación de tren casi olvidada crean una atmósfera un poco rara. Aquí sigue viviendo gente, y en la estación para algún tren durante el día. Así que, aunque parezca un poco dark, en este lugar sigue habiendo vida.

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Si eres amante de la naturaleza y la observación de aves, esta actividad de avistamiento de aves en Monfragüe es perfecta para ti. Explora la reserva de bosque mediterráneo, conocida por los romanos como Mons Fragorum, y observa colonias de buitres negros y leonados sobrevolando los ríos Tiétar y Tajo. 🌳✨
👉 DÍA 3: Serradilla y arte rupestre en la Sierra de Santa Catalina
El domingo cerramos el finde desde el Mirador del Cancho del Lobu. Unas vistas preciosas a toda la zona de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe. Pero esta vez, lo dejamos a nuestra mano derecha desde el parking del mirado para arrancar con una ruta por distintos abrigos con pinturas rupestres por la Sierra de Santa Catalina.

Viajamos atrás en el tiempo y cuando decimos atrás, nos referimos a muuuy atrás. Pequeñas muestras del arte prehistórico que nos conectan con quienes vivieron aquí hace miles de años. Concretamente, las más antiguas datan de hace más de 8.000 años. Una experiencia muy especial, sobre todo si te gusta la arqueología o la historia antigua.

Nuestro guía nos llevó por un recorrido que, la verdad, era súper bonito. ¡Nunca hemos visto tanto cantueso junto! Y los buitres sobrevolando nuestras cabezas, ¿qué mejor estampa? Aunque tenemos que decir que el acceso a ciertos abrigos es un poco dificultoso debido al terreno y la pendiente. Si bien no requiere muchísima habilidad, si se necesita un calzado que agarre bien y mucha precaución para evitar resbalones.

Para que te hagas una idea de la magnitud e importancia de las pinturas rupestres aquí halladas, de los 110 abrigos con arte rupestre en Monfragüe, más de la mitad se encuentran en Serradilla. Además, forman parte del Itinerario Cultural Europeo CARP (Caminos del Arte Rupestres Prehistórico). Literalmente, es como si Serradilla fuera un museo extremeño al aire libre.

Si no te interesa el arte rupestre, te recomendamos no perderte esta zona de sendero porque es genial para pasear. Una ruta diferente que no todo el mundo conoce en Monfragüe y que nos hizo sentir súper desconectados.

Y volviendo a hablar de museos, no pierdas la oportunidad de visitar el Centro de Interpretación La Huella del Hombre en Monfragüe. Una visita muy interesante para conocer cómo los humanos vivieron en este territorio desde el pasado más antiguo, hasta el más reciente. Además, el centro también funciona como la oficina de turismo de la localidad.

Si vienes con niños, el centro es ideal pues cuenta con el llamado «Cuartu de los Muchachinus«, que es una zona del centro dedicada a exposiciones temporales en las que se hacen explicaciones dedicadas a los más peques. Ahora mismo hay una exposición demostrativa de la fabricación de armas y herramientas prehistóricas, cómo hacían el arte rupestre, cómo creaban los pigmentos, cómo trataban las pieles o cómo obtenían tejidos, etc.
Antes de despedirnos, callejeamos por el centro de Serradilla, uno de esos pueblos donde todo parece estar en su sitio: casas blancas, puertas de madera, flores en los balcones, y los cartelitos de palabras en serraillanu.

Subimos al Santuario del Cristo de la Victoria, donde está una figura con una enorme carga espiritual para los habitantes del pueblo. Un Cristo súper realista, pintado con muchísimo detalle. Los ojos, las heridas… ¡Parece real! Una obra de arte, la verdad. Y tenemos que decir que nos sorprendió el interior, mucho más decorado de lo que esperábamos cuando la vimos por fuera.

🧘 Desconexión real y naturaleza en Extremadura
Si buscas una escapada rural donde puedas caminar durante horas, ver aves en libertad, descubrir pueblos con cultura propia y volver a casa con la sensación de haber vivido algo auténtico, esta zona de Serradilla y Mirabel lo tiene todo.
Apta para amantes del senderismo, la ornitología, la botánica, la paleontología, el turismo religioso o el slow travel. Perfecta para familias con ganas de respirar verde, parejas que buscan un plan diferente o viajeros que disfrutan saliéndose del mapa.

Un lugar para ir con calzado cómodo, ojos bien abiertos y cero prisa. Un destino donde el móvil pasa a segundo plano y lo importante es el camino, no el scroll.
Nosotros ya estamos deseando volver. Y tú… ¿te vienes?
Si quieres seguir conociendo la provincia de Cáceres, aprovecha otro finde para visitar la Sierra de Gata, un auténtico paraíso escondido en Extremadura. No te pierdas ciudades y pueblos increíbles como la cercana Plasencia, Trujillo, y por supuesto, Cáceres capital.